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Indonesia I: Comienza el periplo marítimo en el viaje

Indonesia I: Comienza el periplo marítimo en el viaje

Con mucha ilusión comienzo el periplo marítimo en el viaje. Toca visitar las islas del Sudeste asiático y Oceanía, fin del primer tramo de La Vuelta al Mundo Sin Prisas y que es una nueva aventura y forma de ver el mundo y más para mi, que soy de secano y el mar siempre me ha llamado la atención.

Por ahora he recorrido 24 países en dos continentes Europa y Asia, ambos por el sur y el centro y ahora ya, en el 25 país que visito, entro en Indonesia, uno de los más grandes y poblados del mundo y que únicamente está compuesto de islas, según leo en la Wilkipedia son más de 17.500.

Para llegar hasta Batam, que fue mi primera isla indonesia, crucé desde Malasia, mi intención era la de hacerlo directamente desde Singapur, que está a únicamente cuarenta y cinco minutos en barco, pero como ya conté en el artículo dedicado a esta ciudad-país al final me quede dos días animado por Jeffrey y posteriormente crucé a Malasia de nuevo para conocer de cerca Putuo Village, un templo chino budista en Kulai y ayudar como voluntario, tanto en él, como en el orfanato para niños que Jeffrey y Chang tienen en Johor Bahru.

Todo eran buenas sensaciones, además del hecho de navegar, también iba a ser bien recibido. En esta ocasión a través de Couchsurfing había podido preparar mis alojamientos con tiempo y únicamente habiéndolo solicitado a una persona, tanto en Batam como en Java.

Y no solo eso, recientemente cambiaron las leyes de inmigración y alrededor de 40 países, entre los que se encuentra España, pueden obtener su visado a la llegada. Yo pagué 190RM alrededor de 44€ en el consulado de Johor Bahru, pero fue porque quise sacarlo para 60 días y no los 30 que te conceden y has de pagar 35 US$ según la web de la embajada indonesia en España.

Es cierto que el cambio de fechas me había beneficiado, con Adi Soultan mi primer anfitrión en Batam, había quedado un par de semanas atrás, pero los cambios en el recorrido habían retrasado mi llegada y a los dos nos iban bien esos cambios. Cuando por fin llegué, Adi me esperaba en su oficina que estaba a unos 300 metros de Batam Central, el puerto principal de la isla y durante el recorrido que hice andando hasta allí, tuve que parar un par de veces para atender solicitudes de fotos con el extranjero, que me pidieron, entre ellos un buen grupo de policías que en ese momento estaban congregados enfrente de las oficinas donde trabaja Adi.

El viaje de Malasia a Indonesia

El barco salió desde Johor Bahru a las 11am, y llegó alrededor de dos horas después. Una travesía divertida y relajada, el coste del trayecto fueron 84RM (19,50€). Pude descansar, pero antes de ello, me di cuenta que la cubierta de popa era accesible para los pasajeros, así que salí a fumar un cigarro, allí parte de los miembros de la tripulación hacían lo mismo y al pedir un café, se animaron a hablar conmigo y hacernos unas fotos. Tras un buen rato, decidí entrar de nuevo a los asientos, me tumbé y me quedé dormido hasta que llegamos a puerto. Un viaje que se me pasó volando.

En la terminal de Batam, me encontré con wifi gratis, cajeros, agencias de viaje y todo fue muy sencillo. Digamos que empezaba con buen pie el periplo marítimo en Indonesia.

El encuentro con mi anfitrión Adi

Cuando me encontré con Adi, conocí a un tipo amable, sencillo y atento. Adi es periodista y trabaja para uno de los periodicos locales y tienen su oficina en el edificio del grupo de comunicación, que además son TV y radio. En su oficina lo primero que me ofreció fue cotectarme a internet y revisar mis cosas, lo hice durante un breve periodo, mientras degustaba dulces que me puso a mi lado y que me comentó eran parte de la celebración del fin del Ramadán, que acababa de terminar hacía escasos días. Por cierto que cuando entré en la oficina estaba sonando la llamada al rezo del mediodía y nos encontramos con su compañera Yuliana rezando en la misma habitación.

Tras una charla animada con ambos y contarles mis planes, Adi decidió que me acompañaría al puerto desde donde salía el barco destino a Yakarta para comprar el billete anticipado y de paso dar un buen paseo en su moto. Desde el puerto de Batam Central hasta el que salen los barcos destino a Yakarta hay casi una hora de camino y atraviesas parte de la ciudad y otros pueblos por una carretera llena de trafico y que a veces incluso daba miedo por como conducen en este país, lo había leído buscando información de Indonesia, pero ahora lo he podido comprobar en mis carnes y la verdad es que acojona en algunos momentos, aunque Adi condujo tranquilo. Antes de salir hacia allí hizo una parada en un restaurante para que pudiésemos comer y yo probase un plato típico del país.

Cuando llegamos al edificio de venta de tickets, nos encontramos que ya habían cerrado las oficinas y nos tuvimos que volver sin poder comprarlo, aunque el empleado nos aseguró que encontraría plazas al día siguiente sin problemas, la salida estaba prevista a las tres de la tarde. Antes de volver a Batam ciudad, quiso mostrarme cual era la terminal desde donde salía el barco por si finalmente él no podía acompañarme al día siguiente. Como digo, atento y pendiente de todos los detalles el bueno de Adi.

Durante el camino de vuelta nos sorprendió la lluvia, que yendo en moto no era muy cómodo e incluso peligroso, así que paramos en una de las paradas del autobús. Allí nos refugiamos hasta que amainó y pudimos reemprender la marcha de vuelta a su oficina, para recoger mi mochila y que Adi repasase su trabajo. En mi espera fui a fumar un cigarro en la habitación destinada para ello en la planta del edificio y mientras hacía unas fotos de los alrededores desde una vista privilegiada, Riva, Adhan, Falky y Chris, otros trabajadores del mismo edificio me preguntaron curiosos de donde era y eso dio pie a una larga conversación sobre España y mi viaje.

Cuando caía el sol nos pusimos en marcha hacía casa de Adi que vive en un nuevo barrio que se está desarrollando a las afueras de Batam. Es alucinante el ritmo de construcción que estoy viendo en estos países durante el viaje y que espero no acabe como la crisis actual de nuestro país.

Como Adi no tiene internet todavía en casa, decidí que era el momento de comprar una tarjeta de teléfono para poder trabajar durante la noche y la mañana siguiente en el último post que publiqué dedicado a Malasia. La tarjeta con 4Gb de crédito para internet me costó 100.000 Rupiah (unos 7€) y 20 minutos de llamadas 12.000 Rp. (0,8 €). Aprovechamos también para cenar en un restaurante cercano a su casa. Indonesia me habían dicho que era más caro que Malasia para comer, pero aún así me parece que son dos de los países más baratos por los que he pasado y toda esta zona de Asia es realmente barata. Le invité y pagué alrededor de los 3,5 € al cambio, por la cena de ambos (48.000 Rp).

A la mañana siguiente yo me levanté realmente pronto para terminar mi trabajo y Adi lo hizo sobre las 10.30h de la mañana, alrededor de mediodía salíamos para comer y de allí a por mi autobús que me llevaría hasta el puerto donde comprar mi billete para el barco con destino a Yakarta.

Con Ando el conductor y Sianipar el revisor del autobús fue realmente divertido, les gustó mi sombrero y Ando lo llevó puesto todo el camino, para sorpresa de los demás viajeros que fueron subiendo durante el trayecto. Graciosos y simpáticos.

Finalmente Adi, que tenia una entrevista a un político que se presentaba a las elecciones, que aquí se celebran el próximo mes de diciembre y no me pudo acompañar, apareció y fue de agradecer, yo creía que no me llegaba el dinero para pagar y se lo pedí prestado, pero antes el reviso mis billetes y se dio cuenta de que dos de 50.000 Rp estaban pegados, así que no hizo falta su ayuda. Tras comprar el billete, me llevó en su moto hasta el embarcadero, donde nos despedimos. Espero verlo de nuevo otra vez, se portó realmente bien conmigo.

El viaje a Yakarta desde Batam

En el embarcadero, no había taxistas, pero si porteadores que me ofrecieron varias veces llevarme la mochila hasta el barco, a lo que me negué. Accedí por mi cuenta al edificio de la terminal, hice el chequeo del equipaje y me senté a esperar la hora ya que llegué con tiempo de sobra.

Nuevamente la espontaneidad de los indonesios me sorprendió, esta vez fue una chica sentada con su pareja la que me saludo a lo que respondí de igual manera, por lo que su marido que estaba de espaldas se dio la vuelta y comenzamos a charlar. Robi y Fitri se convirtieron en mis compañeros inseparables del viaje desde ese momento.

El embarque tuvo un retraso de más de 1hora, así que tuvimos tiempo de contarnos muchas cosas y como Robi hablaba inglés perfectamente se hizo fácil la comunicación. Con Fitri me podía comunicar, aunque su inglés era simple, eso sí, ella hablaba perfectamente chino, ya que había vivido en Hong Kong durante bastante tiempo. Fitri no es muy amiga de volar, así que prefiere utilizar el barco, aunque sea un viaje largo y como yo, también prefieren un viaje en clase económica, aunque dispongan de recursos para pagar un billete más caro y de categoría superior. Quizás en mi caso se une a las vivencias con gente local, el echo de que es el billete más barato, por el pagué 327.000 Rp, unos 20€ al cambio.

Ya en el barco con dos padrinos como ellos, fue rápido y sencillo encontrar nuestras camas. Teníamos el cuarto piso, pero estaba ocupado totalmente, el barco según pude saber después por Saudara, otro viajero que venía desde Medan en Sumatra, venía con mucho pasaje desde allí y al parecer aquí no respetan mucho el tema de las camas asignadas, así que nos enviaron al tercer piso, que tiene las mismas características: ducha, servicios y camas en dormitorios gigantes donde cabrán unas 200-300 personas. Afortunadamente la compañía también tiene tripulación encargada de repasar, cada cierto tiempo, las estancias y limpiarlas, necesario y más cuando el viaje dura 29 horas.

Robi y Fitri que se habían convertido ya en mis amigos, fueron mi salvación en el viaje, confiado en que podría pagar con tarjeta de crédito lo que necesitase, me llevé la sorpresa de que no era así y mis últimas rupias me has había gastado en un par de botellas de agua y unas galletas antes de subir al barco, así que me encontré con un problema de liquidez que gracias a ellos superé. Además de prestarme 50.000Rp me invitaron en varias ocasiones a cafés o a noodles rápidos que comprábamos en un pequeño supermercado bien provisto situado en la cubierta más elevada del barco.

Después de la primera noche y a la hora de comer, yo estaba deseando comer otra cosa y pregunté en un restaurante que vi en uno de los muchos paseos que me di, pero me dijeron que estaba destinado únicamente a los pasajeros de 2ª clase. Por la noche me enteré que nuestro billete tenía incluidas las comidas para todo el viaje, pero ya solo me dio tiempo a comer una pequeña ración que sirvieron para la cena, en envases de corcho blanco con arroz y pescado, junto a unas galletas, que fueron lo mejor.

Entre esas gentes que pude saludar y con la que entablé conversación estaba Mohamad Yusuf que hablaba inglés y árabe perfectamente, además de indonesio y estaba practicando otros idiomas: italiano y francés a través de contactos que tenía y a mi me pidió enseñarle español, así que improvisamos una clase teórico-practica con su libreta en la última parte del viaje.

La llegada a Yakarta

Arribamos a puerto alrededor de las 22h y enseguida pregunté por un cajero para tener dinero en efectivo y pagar mi deuda con Robi y Fitri, cuando les entregué las 50.000Rp se negaron a aceptarlas diciendome que era un regalo, anduvimos juntos hasta que encontramos un taxi y allí nos despedimos. Ya en marcha pregunté al taxista por el precio de la carrera, ya que aunque llevan taxímetro este no lo puso en marcha, me pidió 200.000Rp y yo le ofrecí 50.000Rp que Robi me había dicho sería el precio para llegar a casa de José, un colombiano que también me había aceptado como invitado por una noche a través de Couchsurfing, así que el taxista paró abrió el maletero y automáticamente yo saqué las mochilas. Justo en ese momento aparecieron de nuevo mis amigos Robi y Fitri, que preguntaron cual era el problema, ya lo sabéis, así que un taxista que estaba parado al lado me pidió 150.000Rp, también me negué y decidimos salir del puerto para buscar otro.

Ya fuera del puerto, encontramos uno estacionado, Robi negoció todo lo que pudo, pero no logró bajar de los 150.000Rp y era eso o eso, así que me monté, con todo el dolor de mi corazón y accedí a pagar la cantidad. Me dejó en la puerta de la casa, un edificio de más de 40 pisos de lujo en una zona noble de Yakarta, donde vive José que está trabajando en una empresa de tecnología y vive en Indonesia hace un par de años.

Fue un gran anfitrión, pero esto lo contaré en el próximo artículo que dedicaré al poco tiempo que pasé en Yakarta y mi llegada a Sukabumi, una ciudad al sur de la capital donde ya ahora he comenzado un nuevo voluntariado y que os adelanto, está siendo genial, no solo por lo que hago, realmente poco, sino por la gente que lo dirige y los trabajadores indonesios que refuerzan mi opinión de que este pueblo es genial y especial.

Hasta entonces y como siempre…

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8 comentarios

  1. Esto de no poder darle al «me gusta» en las fotos de los blogs…. me lleva siempre al face!!
    Gracias Fer! Un abrazo!

  2. Esto de no poder darle al «me gusta» en las fotos de los blogs…. me lleva siempre al face!!
    Gracias Fer! Un abrazo!

  3. Hola Fer, Gracias por el relato. Me han entrado ganas de ir a Indonesia. Habíamos ya hablado por Facebook. De mi parte, tengo pensado empezar mi viaje alrededor del mundo en Marzo. Suerte y que sigas disfrutando de tu aventura!!!

    1. Hey! Sami! Claro, me acuerdo perfectamente y me he acordado de ti preguntándome si habrías empezado ya. Me alegro que hayas puesto fecha, es lo segundo, tras decidirte. Si empiezas el 15, lo harás dos años después de mi y espero que podamos coincidir. Sobre Indonesia, te aseguro que es mágica, hoy publico el nuevo post con más información y si vienes donde estoy pregúntame, tengo muy buenas relaciones y podrías conocer Tanakita, es tremendo. Un abrazo y seguimos en contacto.

  4. Hola Fer, Gracias por el relato. Me han entrado ganas de ir a Indonesia. Habíamos ya hablado por Facebook. De mi parte, tengo pensado empezar mi viaje alrededor del mundo en Marzo. Suerte y que sigas disfrutando de tu aventura!!!

    1. Hey! Sami! Claro, me acuerdo perfectamente y me he acordado de ti preguntándome si habrías empezado ya. Me alegro que hayas puesto fecha, es lo segundo, tras decidirte. Si empiezas el 15, lo harás dos años después de mi y espero que podamos coincidir. Sobre Indonesia, te aseguro que es mágica, hoy publico el nuevo post con más información y si vienes donde estoy pregúntame, tengo muy buenas relaciones y podrías conocer Tanakita, es tremendo. Un abrazo y seguimos en contacto.

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